La calidad de un profesional de la voz que trabaja online no se mide de la misma forma que la de un locutor que trabaja de forma presencial en las convocatorias que realizan los estudios de grabación, son dos cosas distintas.
Independientemente del grado de formación técnica y la experiencia profesional de uno u otro, existen condicionantes que los diferencian claramente. El profesional que trabaja de forma presencial, lo hace única y exclusivamente con su voz sin preocuparse de cómo suena, de si está comprimida, ecualizada, o de tener que pulsar un botón para detener el take y grabar uno nuevo, para eso está el técnico de sonido.
El locutor online, aunque muy verde en muchos aspectos, se está especializando a pasos agigantados. La incursión de este tipo de profesionales en la red se produjo inicialmente de forma tímida, sin saber muy bien como ofrecer un servicio que pudiera ser rentable para el locutor y necesario para sus clientes.
Hoy esa idea tímida se ha ido consolidando como una alternativa real a la grabación en estudio para trabajos muy específicos como la grabación de voz en off para videos corporativos, la producción de cuñas de radio o la locución de centralitas por poner algunos ejemplos.
A mi juicio falta establecer unos standares de calidad en un sector en el que prospera el intento de muchos, por tratar de amortizar el negocio de “locutor online” a cualquier precio, con aquellos otros que buscan una forma de desarrollarse profesionalmente de una manera ordenada, lógica, coherente y sobre todo viable.
Algunos compañeros de profesión, con los que habitualmente intercambio experiencias e impresiones manifiestan su alto grado de preocupación por una especie de “intrusismo oculto” de personas que sin ningún tipo de formación o experiencia por demostrar, se lanzan a montar su propia página web ofreciendo sus servicios como locutor.
Es lícito desde luego, que cada uno trate de vivir de aquello que quiera, en eso estamos de acuerdo, en lo que no coincido es que se haga de cualquier forma y a cualquier precio. Siempre les digo a mis compañeros que tengan la tranquilidad de que hay varios tipos de clientes; el cliente que busca el precio, sin importarle la calidad, el cliente que exige calidad a un bajo precio y el cliente más sensato que valora tu calidad, está dispuesto a pagar por ella o se sincera contigo y busca llegar a un acuerdo razonable, lógico y viable para los dos.
La calidad de un locutor online se mide por varios factores; su experiencia profesional, sus conocimientos técnicos , las herramientas con las que trabaja, pero también por su capacidad resolutiva y de empatía. Y me quedo con esto último, la capacidad resolutiva y la empatía.
Y es que a veces nos olvidamos que el cliente no necesita sólo una buena voz, sino colaboradores que les faciliten las cosas, personas que no le planteen problemas, sino alternativas, da mejor resultado cuando tratas de aportar algo positivo ante un problema que manifiesta un cliente, que cuando tratas de maquillar las palabras para defender únicamente tu interés personal.
Desde el punto de vista estrictamente humano, defiendo que no sólo en esta profesión, sino en todas, hay que ser ante todo honrado.
Te has planteado alguna vez ¿quien resulta más caro, tu cliente para ti o tú para tu cliente? Me quedaría con la última opción. A tu cliente le sale caro confiar en ti la primera vez, si eres un buen profesional, sólo la primera. Su tiempo es tan valioso como el tuyo, le sale caro arriesgar una mínima parte de su proyecto al que tantas horas le ha dedicado y que con tanto mimo ha cuidado, para entregarte una parte a ti, sin saber si el resultado será el que el espera y del que tú serás el único responsable.
Por ello, este artículo habla de la calidad de un locutor desde una óptica menos técnica y sí más humana, porque al final de todo, de un día bueno o un día malo, las relaciones con las personas y empresas dependen en primer lugar de nosotros mismos, de nuestras aptitudes y también de “actitudes”.
Tu cliente no quiere saber que estarás sólo cuando te necesita, sino que también estarás cuando se presenta un problema, espera de tí todo, porque te lo confía y además te lo paga. En esta profesión y a lo largo de tantos años de andadura he visto de todo, pero al final me quedo con que los buenos profesionales y lo más importante las buenas personas siempre encuentran su camino.